Debemos tener tiempo y tomar decisiones
2 Corintios 3:18 RVR1960
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
S. Mateo 16:19 RVR1960
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Mis amados hasta que no pruebas las dinámicas de la vida del Espíritu, como la oración verdadera, que no es algo repetitivo que se dice cada día; sino una oración dinámica, como hablar con tu compadre, como hablar con tu papá; en donde expresas las cosas de manera natural, como tú eres, y empiezas a ver que en esas dinámicas Dios te habla. Experimentas cosas que antes no habías probado, dices: ¡Wow, ahora entiendo lo que es esto! Pero necesitamos probarlos. Hasta que no abras la Escritura y comienzas a tener un tiempo en donde es de deleite, en donde comienzas a degustar la Palabra, en donde ves que Dios te habla por medio de ella, corrigiéndote y enseñándote, no puedes correr esta carrera. Es necesario que te atrevas a probar la Palabra y experimentarla. En conclusión, las disciplinas son indispensables.
Mis amados lo segundo que se requiere es tiempo, el desarrollo espiritual así lo requiere, como en cualquier otra área de nuestras vidas. No se trata de dejar pasar el tiempo, hay personas que dicen frases como: yo llevo 10 años de ser creyente en Cristo. No obstante eso no garantiza el desarrollo, ni que se esté corriendo la carrera de la fe de manera correcta. Aunque existen personas que llevan mucho tiempo de haber conocido acerca de Cristo, no han crecido ni una pulgada en el desarrollo de la vida del Espíritu, conocen lo mismo que al principio, no tienen mayor discernimiento y sus vidas no han sido transformadas.
Necesitamos tiempos en donde Dios trate con nosotros, y a su vez caminemos en esta vida de la carrera de la fe, que también es una carrera de transformación. Conforme vamos corriendo vamos siendo transformados, como está escrito, «de gloria en gloria».
También, a parte de tiempo y disciplina, se requiere decisión. Si tú no decides correr para ganar, Dios nunca te puede hacer un ganador, porque Él nunca te va a forzar que hagas algo que no deseas. Todo tiene que ver con lo que decides, Jesús dijo: «todo lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; de igual manera, todo lo que desaten»; o sea, lo que produce un ámbito en el Espíritu, son nuestras acciones, son nuestras decisiones las que hacen que la realidad del Espíritu, sea una realidad en nosotros. Lo que nosotros atamos o desatamos en la tierra, lo que nosotros hacemos en nuestro diario caminar, repercute en la vida de nuestro espíritu. La dimensión celestial y la dimensión espiritual de cada individuo, lo determinan sus acciones cotidianas.
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