OÍR Y RESPONDER CORRECTAMENTE.
Lúcas 7. 24-35.
24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están. 26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 27 Éste es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. 28 Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. 29 Y w el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. 30 Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan. 31 Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis. 33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.? 34 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Éste es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. 35 Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.
Mis amados hoy les digo oímos la palabra de Dios para obedecer. De nada sirve oírla, si hacemos solo por placer emocional o consuelo mental. El pueblo de Israel muestra su entusiasmo ante el mensaje de Juan el Bautista y muchos son bautizados en el Río Jordán. Pero luego pierden interés, y muestran mayor interés en Jesús. Al no encontrar satisfacción en el tampoco, salen a buscar a otros predicadores que puedan llenar el vacío que sienten. Quiere oír mensaje que los sacie. Jesús reprende esta actitud diciendo: ¿Que salisteis a ver el desierto? . La multitud con corazón endurecido convierte el poderoso mensaje de Juan en un débil sonido movido por el viento. Ni el mayor Profeta nacido de mujer puede provocar cambio reales y esenciales en las personas sin la obra del Espíritu Santo. La palabra de Dios es poder en el Espíritu Santo. Preguntemos ¿como es la tierra mi corazón al oír la semilla de la palabra de Dios. Mis amados si nuestro ego y orgullo no son quebrantados, de nada nos sirve oír el mejor de los mensajes. Terminaremos interpretando la palabra de Dios como nos parezca mas beneficiosa para nosotros, y adoptaremos una reacción ajena a su verdad. Los judíos criticaban a Juan el bautista por proclamar el arrepentimiento y el ayuno. Y al ver a Jesús comer y beber con los publicanos y pecadores lo acusan de ser "un comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y pecadores". Los que tienen el corazón malo y endurecido, siempre se negaran a obedecer a Dios y su palabra, no pueden despertar de su insensibilidad espiritual. La obra de la redención se lleva a cabo por medio de los que responden con una actitud sabia y positiva a la palabra de Dios. Término como siempre con unas preguntas. ¿como reacciono cuando escucho un mensaje contrarió a mi opiniones? ¿Tengo la disposición de obedecer todo lo que Dios me dice dejando a un lado toda las cosas.
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