JESÚS SALVA Y SANA.
Mateo 15. 29-31.
29 Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. 30 Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; 31 de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.
En este día quiero decirle mis amados hermanos y amigos que cuando Jesús subió al monte y se sentó ahí a predicar y enseñar el evangelio celestial, se acerco mucho gente que traía consigo a los enfermos a los pies de Jesús y los sanó. La escena representa la salvación que el mesías traerá en el día final. Cuando Juan el bautista estuvo en la cárcel, envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús; ¿Eres el Mesías que ha de venir? , y El le dijo "Id y hacer saber a Juan las cosas que oís y veis" (mateo 11.2-5). Cuando vieron al mudo hablar, el cojo caminar, el ciego ver, la multitud asombrada glorificaba a Dios. Todos se maravillaban el ministerio de sanidad de Jesús y glorificaban a Dios de Israel, no solo porque habían visto los milagros, sino porque entendían que el Dios de Israel era vivo y verdadero y la obra de salvación. Mis amados, ese mismo poder de Dios sigue dando libertad, sanidad espiritual, y también nos libra de enfermedades físicas, gocemos de la paz de Dios, con los ojos puestos en Jesús y su salvación.
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