Y CONVERTIRÉ EN CAMINO
Isaías
49:11.
“Y convertiré
en camino todos mis montes.”
Mis
amados hoy te a consejo no trate de pasar por debajo de ellos ni de
forzar el paso a través de ellos ni de huir de ellos, sino reclámelos.
¡Ciña
sus lomos con las promesas de Dios!
Estos
montes de dificultad son sus pasaderas; camine sobre ellos con el gozo de saber
que cuenta con Su Padre Celestial.
Saben
agárrese bien del fuerte cayado de la fe y confíe en Dios en medio de la
oscuridad. Estamos más seguros con Él en la oscuridad que sin Él a la luz del
sol. ¡Al final del pasadizo lóbrego brilla la luz celestial! Cuando lleguemos
al cielo, tal vez descubramos que las experiencias más enriquecedoras y
provechosas que tuvimos en este mundo fueron las que adquirimos en los mismos
caminos ante los cuales retrocedimos con terror.
Job
pudo encontrar tantos túneles porque se encontraba en el centro del plan de
Dios.
Lo
más importante que debemos recordar es que las tinieblas de Dios no son sus
metas. Hay que atravesar sus túneles para llegar a otro lugar. Por tanto, ¡alma
mía, sé paciente! ¡La oscuridad no es tu destino; el túnel no es tu hogar
permanente!
Mira
lo que te voy a decir el túnel nunca se encuentra en una vía sin salida; ¡se
construye con el fin de conducir a otro lugar! Amen reflexionemos.
DIOS
TE BENDIGA.
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