Obedecer a Dios trae bendición
Juan
2:6-8
Estaban
allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de
los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les
dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les
dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron
Mis amados Dios siempre nos está
hablando, lamentablemente no siempre lo estamos escuchando. El deseo de su
corazón es llevarnos por el mejor camino, y ayudarnos a avanzar sin temor,
nuestra fe en él hará que veamos su gloria a nuestro favor…
saben Jesús miró que cosas habían a su
alrededor (lo que nos recuerda que Dios usa los recursos que tenemos a la
mano). En este caso vio seis tinajas de piedra usadas en ciertas ceremonias de
purificación de los judíos, cada una de ellas con capacidad para 75 litros
aproximadamente. El hijo de Dios siempre debe
estar dispuesto para hacer la voluntad del Señor. El Señor le habló a los
siervos de aquella boda, mandó a llenar de agua las tinajas y ellos así lo
hicieron, estos siervos pudieron haber cuestionado las órdenes del Señor con
preguntas como:
1¿Para qué vamos a llenar de agua estas tinajas, si lo que falta es
vino?
2Para hacer vino se necesita tiempo y ¿a qué horas lo hará?
3 Y dónde está toda la cantidad de uvas que se necesitan?
4 ¿Quién dijo que él sabía preparar vino?
Mis amados Sin embargo los siervos
obedecieron al Señor, llenaron las tinajas hasta arriba, y según el versículo
ocho nuevamente Jesús da una orden: “Sacad ahora, y llevadlo al maestresala”.
El maestresala es quien preside el banquete, el maestro de ceremonia.
La palabra “Sacad” indica que ellos tomaron una copa de vino de una de las
tinajas y le llevaron al maestresala, seguramente ellos vieron el color del
vino y se dieron cuenta que ya no era agua.
Nuevamente no cuestionan lo que Jesús hizo, ni le preguntan como lo hizo,
ni nada por el estilo, sino que siguiendo las instrucciones del Señor lo
llevaron al director del banquete, y por todo eso fueron testigos e
instrumentos de un milagro. Obedecer a Dios trae bendición.
Como siervos de Dios no estamos llamados a cuestionar su obra, sino a
obedecer sus mandamientos, cuando esto hacemos vemos su gloria. Finalmente
todos los participantes de aquella boda disfrutaron de lo mejor, pues venia de
la mano de Jesús. mis amados concluyo con esto Cuando
le damos el primer lugar al consejo de Dios cosecharemos bendiciones y milagros
en nuestra caminar de fe. Sigue las pisadas del Maestro y él te llevará al
mejor destino. Obedecer a Dios genera bendiciones múltiples.
DIOS LOS BENDIGA
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